Hola... Te doy la Bienvenida al Podcast de VOCES MEIGAS‍

El final de The White Lotus ha dado de que hablar, es difícil elegir una de las historias y aún más a uno de los personajes, si la historia de Chelsea y Rick se ha terminado convirtiendo es la columna vertebral narrativa de esta temporada, desde el análisis de Coaching de Comunicación el personaje que más me ha llamado la atención es el, pequeño de la familia Ratliff, Lochi.

Vengo a hablarte de este personaje.Pero más que de él, de lo que nos muestra.De lo que muchas veces somos sin darnos cuenta.Hoy hablamos de Lochi.

Y, de cuando para sobrevivir… dejamos de existir.

Hoy puedes verme hablando de Comunicación y Asertividad, algunos me preguntáis si es que ya no vivo más conversaciones difíciles o nervios al Hablar en Público, lo cierto es que no es tanto que no sienta esos nervios es más que he ido aprendiendo a gestionarlos, y también he ido recuperando mi voz, la de alguien que, en ocasiones, elegía callar y perderse en el otro para empezar a encontrarme en lo que amo, lo que priorizo lo que me importa.

Por eso Lochi me ha llegado tanto, me he sentido reflejada en partes de él, creo que en la sociedad en la que vivimos es difícil que, en mayor o menor medida todos llevemos un  poco de ese Lochi con nosotros.

1 – UNA SERIE QUE NOS HACE MIRAR HACIA ADENTRO

The White Lotus volvió este 2025 con todo.Y nos dejó personajes memorables: Chelsea, las amigas y sus secretos…

Pero hay uno, el más silencioso, el más frágil, el más dulce...que no podía pasar desapercibido: Lochlan “Lochy” Ratliff.Un adolescente que se encoge para no molestar.Que prefiere desaparecer antes que incomodar.

2 – FAMILIAS NARCISISTAS Y LA INFANCIA QUE DUELE

Lochy creció en una familia donde el amor dependía de cuánto te adaptaras:

Un padre obsesionado con su imagen.

Una madre que no mira lo que duele.

Un hermano controlador.

Una hermana absorta en sí misma.

En ese entorno, Lochy sobrevive callando.Adaptándose.Dejando de existir para ser querido.

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 3 – EL CUERPO QUE GRITA CUANDO LA VOZ CALLA

“¿Ves cómo tu cuerpo intenta encogerse? Te haces pequeño para no molestar.”

Le dice su terapeuta.Y ese momento...ese instante, me llegó especialmente y recordó parte del trabajo que hacemos en Coaching de Comunicación. Una Habilidad que nos lleva a recuperar nuestras voces, a darnos permiso a ocupar espacio, a expresar nuestras necesidades y hacerlo con confianza (sea en Inglés o en Español).

Porque cuántas veces lo hemos dejado de hacerlo: sonreír de más, no mirar a los ojos, disculparnos por hablar.

4 – LA FÓRMULA DEL LÍMITE CON SENTIDO

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Para quienes como Lochi han vivido en modo “complacer”, aprender a poner límites es volver a existir.

La fórmula del límite con sentido

Como dice Nedra Glover Tawwab en su libro Poner límites, encontrar paz:

"Poner un límite es un acto de amor hacia mí y hacia ti al mismo tiempo."

Esta frase resume la esencia del trabajo de límites: no se trata de alejar o rechazar, sino de cuidar el vínculo desde un lugar más honesto y saludable. Los límites bien puestos no destruyen relaciones, las ordenan.

Pero como también advierte Nedra, los límites pueden volverse muros cuando nacen desde el miedo, la desconfianza o la rabia acumulada. A veces, después de años de complacer, pasamos al extremo opuesto: cerrarnos por completo. Aislarnos. Cortar vínculos sin conversación ni oportunidad de reparación.

"A veces creemos que protegernos es lo mismo que desconectarnos. Pero protegernos con límites no significa dejar de amar. Significa amar con claridad." – Nedra Glover Tawwab

Encontrar el equilibrio es clave: un límite no busca castigar, sino clarificar. No se trata de decir "ya no quiero saber nada de ti", sino de decir "esto es lo que necesito para seguir en esta relación sin dejarme de lado".

Ejemplos del libro de Nedra sobre cómo encontrar ese equilibrio:

• En vez de cortar toda comunicación: "No estoy disponible para hablar de esto ahora, pero podemos retomarlo más adelante."
• En vez de evitar a alguien de forma pasivo-agresiva: "Cuando haces ese comentario, me siento herida. Quiero poder hablar de esto contigo."
• En vez de aislarte por completo: "Necesito espacio, pero sigo valorando este vínculo."

La práctica del límite saludable requiere:

• Autoconocimiento.
• Claridad emocional.
• Voluntad de conexión auténtica.

Y, sobre todo, paciencia contigo misma mientras aprendes a decir lo que antes te callabas.

Como dice Nedra Glover Tawwab en su libro Poner límites, encontrar paz:

"Poner un límite es un acto de amor hacia mí y hacia ti al mismo tiempo."

Esta frase resume la esencia del trabajo de límites: no se trata de alejar o rechazar, sino de cuidar el vínculo desde un lugar más honesto y saludable. Los límites bien puestos no destruyen relaciones, las ordenan.

1. Conciencia: reconocer el patrón

Primero hay que ver el agua en la que nadamos.

2. Intención: volver a uno mismo

No es decir no al otro, es decir sí a mí.

PAUSA: Siente – Toma distancia – Observa – Pregunta

3. Comunicación asertiva

El límite no es un muro, es una puerta con cerradura.

Ejemplos:

• "Entiendo que esto es importante para ti, y a la vez necesito..."
• "No estoy cómoda con esto, ¿podemos hablarlo?"

4. Práctica emocional: tolerar el disconfort

Poner un límite puede incomodar. Y eso está bien.

5. Sentido de pertenencia auténtico

Tu gente es la que te respeta cuando dices que no.

¿Me siento yo cuando estoy con estas personas?

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 5 – Cuando la necesidad de amor se vuelve una jaula

Lochy no sabe decir "esto no quiero". Se funde con lo que el otro espera de él. En su búsqueda de amor, se abandona por completo.

Y en ese abandono, casi muere. Su desenlace, que lo lleva al borde de la vida, no es solo un giro dramático. Es simbólico. Representa lo que ocurre cuando anulamos tanto nuestra voz, nuestro deseo y nuestro límite, que terminamos desapareciendo. Su casi muerte no es solo física: es emocional, existencial. Un grito que dice "así no se puede vivir".

¿Y qué le gustaba a Lochi? Apenas lo sabemos, porque él mismo parecía no recordarlo. Siempre adaptándose a los planes de sus hermanos, incluso cuando se sentía incómodo, agotado o en desacuerdo. Nunca decía "prefiero quedarme", o "eso no me interesa".

¿Cómo hubiera sido poner un límite ahí? Tal vez tan simple como:

• "Voy contigo, pero necesito un rato para mí después."
• "Hoy prefiero no ir, quiero hacer algo tranquilo."
• "Eso no es lo mío, ¿puedo elegir otra cosa?"

Frases pequeñas. Frases que marcan un borde. Frases que, repetidas, podrían haberlo salvado antes.

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6 – El enfoque de Brené Brown sobre la pertenencia

Brené Brown, investigadora del coraje y la vulnerabilidad, nos recuerda que el verdadero sentido de pertenencia no se trata de encajar, sino de ser aceptado tal como somos. Ella escribe:

"La pertenencia no es algo que negociamos externamente, es algo que llevamos dentro. Cuando no tenemos la valentía de mostrarnos tal cual somos, incluso entre gente conocida, seguimos sintiéndonos solos."

Este mensaje resuena profundamente con el viaje de Lochi: su lucha no es por pertenecer a una familia, sino por dejar de traicionarse en el intento. Y esa es una batalla que muchas personas conocen bien.

También nos ayuda a entender por qué hablar en público o simplemente expresar lo que pensamos puede generar tanto miedo. No es solo miedo a equivocarnos: es miedo a ser vistos de verdad. A ocupar un espacio. A incomodar. A no encajar.

Desde la neurociencia, sabemos que el cerebro interpreta el rechazo social con la misma intensidad que el dolor físico. Áreas como la corteza cingulada anterior dorsal se activan tanto cuando sentimos dolor físico como cuando somos excluidos o juzgados negativamente. Esto tiene sentido desde la psicología evolutiva: nuestros ancestros necesitaban pertenecer al grupo para sobrevivir. Ser rechazado era, literalmente, una amenaza de muerte.

Hablar en público no es solo pararse en un escenario: es atreverse a decir lo que realmente pensamos, incluso cuando tiembla la voz.

Silenciar la voz es una forma de supervivencia cuando creemos que mostrar lo que somos no será bien recibido. Recuperarla, en cambio, es un acto de pertenencia radical: la decisión de dejar de pedir permiso para existir.

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7 – TU VOZ MERECE ESPACIO

Hablar en público no es solo estar en un escenario.Es atreverte a existir con lo que eres, incluso cuando te tiembla la voz. Por eso cómo te comunicas es quién eres, es tu historia, es el permiso para ser creativa, para expandirte para que tu historia encuentre a su espacio, a su Audiencia.

No estás sola si alguna vez fuiste Lochi. Hay muchas personas aprendiendo a hablar por primera vez después de años de silencio emocional.

A veces hay que dejar de ser Lochi para ser la voz que no tuvimos. Y eso, más que valentía, es amor. Amor del propio, del que nos damos a nosotros mismos, que siempre empieza en la acción, en el verbo, en la comunicación.

► Ejercicio:

• Escríbele una carta a tu "yo que se callaba".
• ¿Qué dirías si no tuvieras miedo?
• ¿Dónde has empezado a poner un límite aunque sea pequeño?

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